Cuando queremos perder peso, a menudo nos preguntamos si es más efectivo comer menos o hacer más ejercicio. Ambos enfoques reducen la cantidad de energía disponible para el cuerpo, pero ¿nuestro organismo responde de la misma manera ante un déficit calórico causado por la dieta o el ejercicio? Esta es la pregunta central de muchos estudios científicos recientes, y en este artículo, te explicaremos algunos de los hallazgos clave de manera sencilla.
¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando reducimos la energía disponible?
Nuestro cuerpo utiliza la energía que obtenemos de los alimentos para realizar funciones básicas, como mantenernos vivos y activos. Si consumimos menos energía de la que gastamos (creamos un «déficit calórico»), el cuerpo recurre a sus reservas de grasa y músculo para compensar. Esto puede hacerse comiendo menos o aumentando la actividad física.
- Adaptación metabólica: Uno de los mayores desafíos al perder peso es lo que los científicos llaman «adaptación metabólica». Esto significa que cuando el cuerpo se da cuenta de que hay menos energía disponible, ajusta su metabolismo, disminuyendo la cantidad de energía que utiliza para las funciones básicas. En otras palabras, el cuerpo se vuelve más eficiente y gasta menos, lo que puede hacer que sea más difícil seguir perdiendo peso con el tiempo. Todo y que esto es cierto, parece que tiene menor impacto del que se pensaba en un primer momento, según recientes investigaciones.
- Diferencias según el método: Aunque el déficit calórico puede lograrse tanto mediante la dieta como el ejercicio, el impacto en nuestro cuerpo no es exactamente igual. Por ejemplo, el ejercicio tiende a preservar la masa muscular, lo que significa que al perder peso, es más probable que mantengamos nuestra fuerza y capacidad física. En cambio, si solo reducimos la ingesta de alimentos, podemos perder más masa muscular, lo que debilita nuestro cuerpo.
- El papel del músculo: El músculo es un tejido muy importante en nuestro cuerpo. No solo nos da fuerza, sino que también contribuye a que gastemos más energía incluso cuando estamos en reposo. Por eso, hacer ejercicio mientras se reduce la ingesta calórica ayuda a mantener o incluso aumentar la masa muscular, lo que a su vez mantiene el metabolismo más activo.
¿Qué estrategia es mejor?
La ciencia nos dice que no hay una respuesta única para todos. Si bien es cierto que tanto la dieta como el ejercicio pueden conducir a la pérdida de peso, los estudios sugieren que combinar ambos enfoques puede ser la mejor estrategia. De esta manera, no solo reducimos la grasa corporal, sino que también mantenemos la masa muscular, lo que es clave para un metabolismo saludable y para sentirse fuerte y activo.
Si simplemente reducimos la ingesta calórica, el cuerpo puede responder reduciendo aún más el gasto energético, lo que hace más difícil seguir perdiendo peso. En cambio, al aumentar la actividad física, el cuerpo tiende a adaptarse mejor, manteniendo la masa muscular y, con ello, un metabolismo más eficiente.
Conclusión
En resumen, para perder peso y mantenerlo, no basta con «comer menos». Incorporar el ejercicio es crucial para asegurar que nuestro cuerpo mantenga su músculo, lo que a su vez ayuda a quemar más calorías a largo plazo. Además, el ejercicio tiene muchos otros beneficios para la salud, como mejorar la función cardíaca, fortalecer los huesos y aumentar el bienestar general.
Por lo tanto, la combinación de una dieta equilibrada y un plan de ejercicios adecuado es la mejor receta para lograr y mantener un peso saludable, sintiéndote fuerte y activo en el proceso. ¡El equilibrio es la clave!
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Fuente: Halsey, LG, Areta, JL y Koehler, K. (2023). Does eating less or exercising more to reduce energy availability produce distinct metabolic responses? Philosophical Transactions of the Royal Society of London. Series B, Biological Sciences , 378 (1885). https://doi.org/10.1098/rstb.2022.0217