Ya estamos en junio casi julio, el buen tiempo y el solecito hace que las terracitas, las paellas con los amigos, las noches en los chiringuitos, estén cada vez más presentes en las agendas de todos nosotros. Para muchos, estas situaciones son estupendas y son un momento de tranquilidad, placer y disfrute. Pero para muchos otros, son situaciones realmente estresantes, incomodas donde aparecen momentos de angustia e intranquilidad, y os preguntareis, ¿y a quién le sucede? Pues, les sucede principalmente a aquellas personas que están realizando una pauta nutricional para lograr un objetivo, bien sea para bajar de peso, para mejorar su rendimiento físico o por tener una patología relacionada con la alimentación. ¿Y por qué les sucede? Porque se encuentran en una situación donde aparecen elementos atractivos para ellos, alimentos o bebidas poco recomendables para alcanzar su meta, y les puede hacer caer en la tentación y fracasar (según ellos mismo) en el proceso que están llevando a cabo. Pero, ¿realmente es un fracaso?
Pongámonos en situación, para poder ver maneras distintas de actuar y reflexionar. Imaginémonos que somos una persona que está siguiendo una pauta alimentaria determinada donde tiene limitado el alcohol, los fritos, los alimentos grasos y los azúcares sencillos, y se encuentra frente a una situación bastante común en esta época del año y de la cultura gastronomía que tiene la sociedad actual, como esta que veréis a continuación.
Sábado mediodía, comida en casa de unos amigos.
La comida consta de un aperitivo con patatas fritas, olivas, pepinillos, tacos de queso, cerveza y bebidas azucaradas , la comida es a base de un pica pica con ensalada verde, mejillones al vapor, croquetas, chocos, pan con tomate a compartir entre todos, una paella de marisco (ración individual) con un poco de alioli, para beber vino, cerveza o agua. Para bajar la comida un poco de sandía y de postre sorbete de limón y seguimos con cafés, carajillos, infusiones y si el tema se alegra unos gin tonics, etc….
Frente a este panorama, hay varias maneras de actuar y todas ellas tienen una intención positiva para la persona.
a) Seguir con el plan establecido y evitar consumir los alimentos poco recomendados, ya que previo a esta situación, se ha comentado con el profesional (coach nutricional) y se han facilitado una serie de herramientas para poder afrontar esta situación sin problema. Esta conducta es la actuación ideal, aunque no siempre será fácil. En este caso, tras la comida aparecerá un sentimiento de victoria y será recomendable darse un refuerzo positivo a través de uno mismo, donde uno debe de auto-felicitarse por haber sabido afrontar esta situación. HEMOS GANADO A LA SITUACIÓN
b) No seguir con el plan establecido, y consumir alimentos o bebidas poco recomendadas para lograr el objetivo. En este punto se puede actuar de dos maneras:
– Pensar que hemos fracasado. El fracaso es lo que experimentamos cuando no sale bien
una cosa y pensamos que somos malos. Pensamos que somos un desastre. Pensamos que no valemos. El fracaso no da opción a rectificar. No ha salido bien y no hay más remedio. No se puede aprender de lo que ha sucedido porque cierra nuestro campo de visión. Nos concentramos en lo que ha salido mal y sólo vemos las cosas negativas. El fracaso se centra en el pasado y nos cierra puertas. También nos lleva a comportarnos como víctimas del entorno y los elementos. El fracaso ataca el SER. El fracaso inmoviliza: por miedo al fracaso, no actuamos, no hacemos.
– Pensar que hemos tenido un pequeño error y podemos aprender de él. Si en lugar de pensar que hemos “fracasado” optamos por decir que hemos cometido un error, el error a diferencia del fracaso, predispone a la acción. El error favorece el aprendizaje porque sabemos que podemos rectificar lo que no ha salido bien. Nos abre puertas y nos enfoca al futuro. Da posibilidad a crecer y aprender de la experiencia. En este caso podemos APRENDER DE LA SITUACIÓN
A VECES SE GANA A LA SITUACION Y A VECES SE APRENDE DE LA SITUACIÓN
Cuando sentimos que fracasamos y no que aprendemos, nosotros:
– Nos estancamos emocionalmente.
– Nos sentimos mentalmente abatidos.
– Creamos una brecha entre lo que hicimos y lo que debimos hacer.
– Pensamos que es el peor y más grande fracaso
– No somos los mismos.
Entonces, ¿qué pensáis que es más provechoso para nosotros, pensar que hemos FRACASADO o pensar que hemos cometido un error y podemos APRENDER de él?
Es mucho mejor aprender de la situación. Y si frente a estos panoramas siempre haces lo mismo, siempre sucederá lo mismo, por lo que modifica tu conducta y esto te ayudará a generar un resultado nuevo.
LOS CAMBIOS GENERAN CAMBIOS
Para poder afrontar diferentes situaciones complicadas para ti, es recomendable tener ayuda de profesionales que te sepan asesorar y acompañar en estos momentos.
Lara Lombarte
Dietista Nutricionista